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Viticultura heroica en Fuerteventura

La Isla afronta una nueva vendimia con una producción de “buena calidad” que rondará los 30.000 kilos en una campaña con escasez de agua

María José Lahora 4 COMENTARIOS 21/08/2023 - 08:04

“Es un acto de heroicidad sacar adelante la vendimia en Fuerteventura este año”, comenta el presidente de la Asociación de Viticultores Majuelo, Leonardo Ramírez. En esta campaña, los viticultores de la Isla se han tenido que enfrentar a una climatología adversa agravada por la falta de agua. Fuerteventura contabiliza alrededor de 30.000 parras plantadas de las distintas variedades de uva, según las estadísticas de la asociación Majuelo. En plena vendimia, el presidente de la asociación y propietario de una de las bodegas de Lajares, explica que a pesar de los inconvenientes la “buena calidad” de la uva compensa la mengua que ha sufrido el sector por los problemas de riego que han afectado a todo el sector agrario.

Los viticultores majoreros comentan que este año también se caracteriza por la menor producción de uva tinta, una de las principales variedades de la Isla. A pesar de haber incrementado el número de viñas, muchas de las parras son nuevas y no se encuentran todavía produciendo, señala el presidente de la asociación Majuelo. Se trata de una producción de “buena calidad” en una campaña en la que el sector ha atravesado muchas dificultades por la climatología adversa y falta de agua que coincidió en el tiempo con el periodo de mayor fertilidad de la planta.

“Hay épocas del desarrollo de la parra vitales en las que si sufre la falta de agua no producirá la cantidad de racimos para la que está preparada. Son nuevas plantas que precisan de mayor riego y si no se lo damos con la frecuencia que lo necesita, el trabajo que se ha hecho anteriormente, con la inversión y el esfuerzo realizado, no dará sus frutos”, explica Leonardo Ramírez.

Las altas temperaturas de los meses de marzo y abril provocaron además que la floración no fuera la esperada. Aún así, “con ingenio y cubas de agua”, los viticultores han logrado salvar su producción, que esta campaña se espera que alcance los 30.000 kilos, destinados a unos caldos que se distribuyen de forma mayoritaria en las Islas Canarias. “La gente se sorprende al descubrir que Fuerteventura, con una agricultura escasa y sin apenas riego, presente vinos de calidad, a pesar de la poca extensión de cultivo destinada a su elaboración” .

La viticultura de Fuerteventura se caracteriza principalmente por las variedades canarias y el fomento de las parras majoreras. “Nuestro objetivo es recuperarlas y de esa búsqueda apareció la endémica majorera”, añade el presidente de Majuelo, quien, sin embargo, lamenta no haber encontrado la ayuda necesaria para continuar con el proyecto de recuperación de esta variedad tras los cambios sufridos en el gobierno insular al final del pasado mandato, después de poner en marcha un proyecto para la recuperación y fomento de esta variedad en el Ecomuseo de La Alcogida. “Si antes nuestro objetivo era que no se perdiera la majorera, ahora el propósito de la asociación es recuperar la tradición vinícola y ayudar a los pequeños viticultores”, señala.

La entidad cuenta entre sus trabajadores con una ingeniera agrónoma que se encarga de realizar el trabajo de campo y a la que los agricultores pueden trasladar sus consultas, no sólo en la producción de vino y creación de bodegas, sino en el cuidado de las parras de uva de mesa. “Uno de los objetivos de la asociación es instruir a las personas en la elaboración del vino y gracias a los cursos que realizamos los productores van adquiriendo mayor conocimiento y eso se nota luego en la calidad de la producción, lo que nos lleva a pensar este año que los caldos van a ser incluso mejores que en 2022”, subraya Leonardo Ramírez.

La asociación cuenta con la disponibilidad de un laboratorio, un servicio que se presta tanto a los miembros asociados como a particulares, para analíticas de mosto y vinos en este espacio cedido por Museos de Fuerteventura, que además de sede de la entidad permite desarrollar un estudio para experimentar con variedades de vid típicas de Canarias y la endémica majorera.

Majorera

El presidente de Majuelo recuerda que Fuerteventura fue la primera isla en la que se introdujo la vid en Canarias y ahora el objetivo es recuperar sus variedades autóctonas, entre ellas el único endemismo denominado Majorera, según los resultados del estudio encargado a la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y según el cual “nunca antes un estudio con tan pocas muestras analizadas dio unos resultados tan diferentes de parras en las zonas analizadas”.

Uno de los objetivos que se fijó el actual presidente de Majuelo en cuanto se hizo cargo de la asociación fue impedir que se perdiera esa variedad endémica de uva “única en el mundo”. “A día de hoy, hay los suficientes números como para darle entidad propia y lo próximo será repartir clones de esta planta para su reproducción gracias al viñedo propio que está creando la asociación en ese espacio del Ecomuseo La Alcogida con las vides recuperadas”. Un proyecto que arrancó el año pasado cargado de ilusión y que, sin embargo, ha sido relegado de la agenda institucional.

Fuerteventura fue la primera isla en la que se introdujo la vid en Canarias 

La inestabilidad política durante los últimos meses del anterior mandato dieron al traste con las subvenciones para sacar adelante este apasionante programa a la espera de que la coordinación con la Consejería de Agricultura insular vuelva a florecer una vez que la nueva presidenta del Cabildo designe a un representante para el área.

En la sede de la asociación, además de recogerse las muestras de los mostos elaborados con las uvas vendimiadas en esta campaña, se facilitan también los productos necesarios para la producción de los vinos propios. A pesar de las dificultades de este año, nuevos viticultores se han sumado a la asociación, algunos incluso han luchado por sacar adelante su proyecto bodeguero en una isla como Fuerteventura, donde la escasez de agua revitaliza el ingenio.

“Hablar de agricultura sin agua es perder el tiempo. De igual forma que hay nuevas inquietudes también hay desánimo” como al que ha tenido que hacer frente Pedro Martín en su bodega Conatvs, una de las de mayor proyección de Fuerteventura. Este viticultor y bodeguero de Lajares sufrió en sus viñas la ausencia de todo un mes sin suministro de riego teniendo que recurrir a cubas para regar su campo.

Leandro Ramírez, presidente de la asociación Majuelo. 

Vino natural

Desde la Asociación de Viticultores de Fuerteventura Majuelo reclaman además que se facilite el trámite para el registro sanitario y embotellador que permita mejorar las posibilidades de comercializar vino de las futuras nuevas bodegas majoreras. “No es justo que se soliciten los mismos requisitos a grandes como a pequeñas bodegas artesanales”, comenta su presidente.

Dentro de estos productores artesanales hay uno que destaca por su apuesta por la elaboración de un vino natural, el único de producción ecológica de Fuerteventura y uno de los pocos que existe en Canarias con esta certificación. Su artífice es Jacob Negrín, quien confía en poder sumarse a los tres comercializadores majoreros el próximo invierno en cuanto logre el registro sanitario y de embotellado con una propuesta centrada en el vino de autor y diferenciado.

Con una vendimia caracterizada por una producción “excelente”, Negrín desea emprender esta nueva aventura que avalan sus 28 años dedicados al cuidado de la vid en su finca de Casillas de Morales, donde ha implantado un sistema de riego que le permite salvar las altas temperaturas. Tanto es así que su viñedo rebosa salud, frente a otras zonas donde han evidenciado la falta de agua. El viticultor apuesta por una elaboración con fruta autóctona como es hoja de moral y la centenaria listán prieto para los caldos tintos, de la que este año espera una “superproducción”. “Es la línea por la que debemos ir: la diferenciación. Hacer buen vino con las vides locales es el futuro de la viticultura en Fuerteventura”, explica.

En su caso particular aboga por la elaboración de un vino natural, con la mínima intervención, incorporando levaduras indígenas, también de procedencia ecológica, que permita esa diferenciación. Transmite esta filosofía al resto de viticultores al objeto de invitarles a evitar la incorporación de sulfitos en las producciones artesanales. Unos vinos naturales que se aprecian más en el exterior que en la propia Isla, según destaca.

Estas producciones naturales requieren de un trabajo previo de campo que conoce muy bien. “La viticultura es un 80 por ciento trabajo de campo”, afirma. Jacob Negrín lleva desde los doce años en contacto con unas vides, que cerca de tres décadas después ya presentan una madurez de calidad demostrada. Este año además con la satisfacción de una producción incrementada de uva que le permitirá contar con más de 3.000 kilos de fruta, entre variedades blancas y tintas, “con la idea de seguir creciendo”, matiza.

En cuanto al vino blanco, la uva marmajuelo es la estrella en la producción de Jacob Negrín. Originaria de El Hierro, el viticultor optó por probar suerte en los suelos majoreros con esta variedad de la que plantó hasta 400 matas. Así es como ha logrado un caldo de elaboración propia de gran aceptación entre los que han podido degustarlo. “El vino que este año promete es el marmajuelo, en afrutado y en aromas. Me parece una variedad muy interesante”, explica.

También cuenta con producción de malvasía volcánica, un valor seguro que se adapta bien al terreno majorero y permite la elaboración de “buenos vinos”, así como moscatel, de la que se pueden extraer diferentes matices, como fruta de mesa y lograr una gama de vino dulce o generoso. “Somos una isla que se presta a este tipo de elaboración con toques amontillados, gracias al clima cálido en una zona de costa. Los grandes catadores, enólogos y sumilleres ya van buscando esa diferenciación”.

MÁS SOCIOS Y NUEVAS BODEGAS

La asociación de viticultores Majuelo cuenta ya con 130 socios, la mayoría con una limitada producción de vino para consumo propio y uva de mesa. Las variedades predominantes en los áridos suelos majoreros son la malvasía volcánica, listán blanco y burra blanca, una variedad propia de la Isla, para la elaboración de los caldos blancos, principalmente. También destaca la moscatel, de gran relevancia en la Isla.

La experiencia de viticultores como Jacob Negrín ha demostrado además que los suelos majoreros son aptos para la uva marmajuelo, originaria de El Hierro. En cuanto al vino tinto, la variedad local hoja de moral representa el 90 por ciento de la producción de la Isla a la que se suma la centenaria listán prieto, que se combinan con tintilla y syrah para las elaboraciones de los caldos tintos. Asimismo, se está introduciendo la variedad baboso al objeto de lograr nuevos aportes aromáticos a los mostos locales.

A pesar de que suman más de un centenar los agricultores agrupados en la asociación Majuelo dedicados al cultivo de la vid, Fuerteventura tan solo cuenta con una veintena de productores vinícolas, si bien el futuro del sector es prometedor después de que una nueva bodega bajo el nombre de Bodegas La Hubara se sume a las tres que ya la pasada campaña comercializaran sus vinos en el mercado, dos de ellas dentro de una denominación de origen Islas Canarias: Conatvs y Gavias El Sordo. Al frente de la tercera, Gavia de San Miguel, que elabora el vino Jasiel se encuentra Leonardo Ramírez, presidente de la asociación de viticultores Majuelo.

Comentarios

Para seguir la santa, secular seculorum tradición.SUFRIMIENTO de ser agricultor.a en nuestra isla. Da igual que sea plantando y trabajando parras que tomateras, tomateras o coles... en demasiadas ocasiones, por falta de agua, todo queda en agua... de borrajas. Excesivos sudores y lágrimas... para tan pocos jugos, zumos o vinos.
Bueno. Es lógico. La isla cuenta con presas, tanto pequeñas como de más grandes dimensiones, que no se limpian para el fin que fueron hechas.Gavias hasta la saciedad, que no se acondicionan para su utilidad. Solo se pasan los tractores para la apariencia en vez de arreglarlas para la recogida de agua y que se llenen los manantiales subterráneos. Pero imagino que al consorcio de aguas de esta isla y sus socios monetarios no le interesa esos arreglos. Posiblemente este comentario no se publique como tantos otros que no van a favor de los que sustentan a algunos medios de comunicación. Buen día.
Dale gracias a pedro Sanches y sus socios de gobierno que quiere acabar con el campo la ganadería y la pesca disfruten lo votado
2 Yo misma. Para llenar los manantiales subterráneos, o manto freático, las gavias tradicionales vienen bien; pero mucho mejor todavía, las modernas grandes charcas hechas con tractor, cuya capacidad de recoger y retener agua de lluvia puede ser infinitamente mayor, permitiendo con ello ser usada directamente para regadío como para que se infiltra y alimente las aguas subterráneas, que posteriormente, por medio de pozos, se puede sacar, para regar o lo que sea. Lo increíble y aberrante, es que en esta isla esté prohibido o se impida, de hecho, construir esas charcas: PREFIEREN QUE EL AGUA DE ESCORRENTIA, DE LLUVIA, VAYA DIRECTAMENTE AL MAR, TODA. En tiempos en que el Cabildo fue presidido por Lalo Mesa, esta institución construyó estas balsas secas, pero las " lumbreras" que le sucedieron, no. Ni siquiera se han preocupado de limpiar y mantener las que existen. ¿ Pasión ciegamente extremista, Y DAÑINA.PERJUCIAL , por la " conservación del medio, de la naturakeza"? ¡ Los dioses nos libren de los ILUMINADOS, de los integrista.extremistas de toda ralea y calaña CON PODER.S!

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