SOCIEDAD

Una decena de mujeres se forma en el arte de la excelencia personal

Pía Peñagarikano 0 COMENTARIOS 11/06/2017 - 09:24

La coach y terapeuta Rosa Guerrero es en la actualidad la única formadora de Programación Neurolingüística de Canarias (PNL) acreditada por la Asociación Española de PNL. En su centro Posición Cero, ubicado en Antigua, imparte cursos y ofrece sesiones de terapia y coaching, vinculadas a esta metodología fundamentada en la conexión existente entre los procesos neurológicos, el lenguaje utilizado y los patrones de comportamiento. Además de tratar distintos problemas como la depresión, las fobias o los traumas tiene un objetivo claro: ayudar a las personas en sus procesos de autoconocimiento, crecimiento personal y cambio para lograr ser la mejor versión de sí mismas.

¿Cómo hago lo que hago? Es la pregunta que uno debe formularse al iniciarse en esta disciplina creada en los años setenta por Richard Bandler y John Grinder tras observar a una serie de prestigiosos profesionales de distintos ámbitos y descubrir la existencia de patrones de comunicación comunes en su exitoso proceder. Publicaron su hallazgo en un libro denominado La Estructura de la Magia que plasmó los inicios de este método basado en “modelar” aquellas habilidades que distinguen a las personas excepcionales para luego ser aprendidas por cualquier otra persona.

“Para la PNL no importa el ¿qué hago?, sino el ¿cómo lo hago?”, explica Rosa Guerrero. Es la diferencia fundamental que existe con otras terapias más relacionadas con la psicología y es lo que “más les cuesta entender a los pacientes que acuden a mi consulta para superar un trauma o mejorar sus habilidades a fin de lograr su excelencia personal, ya que la gente está acostumbrada a hablar sobre sus problemas empleando su energía en recrear las situaciones que les hacen sentirse mal”. Asegura que utilizando la metodología, procedimientos y técnicas de la PNL se experimenta el problema desde una nueva perspectiva enfocada hacia la solución, hacia lo que la persona realmente desea.

En PNL, argumenta, las técnicas son experimentales y una vez que la terapeuta percibe, observa, y detecta un “patrón” en la manera en la que una persona se maneja a nivel lingüístico y kinestésico (no verbal), se explora la manera de pasar a la acción. La capacidad de visualizar juega un papel fundamental, también la habilidad de relajarse y concentrarse.

El cerebro, explica Rosa, es como un ordenador. “A partir de nuestra forma de comunicarnos, a nivel verbal y no verbal, podemos descubrir que hay algo que no estamos gestionando de manera eficaz porque nos está haciendo sufrir. Al cerebro, le da lo mismo si una cosa es real o no. Si vemos un limón la respuesta de nuestro organismo es salivar. Si simplemente imaginamos el limón, nuestra neurología también nos lleva a la salivación. Por tanto, se trata de cambiar en nuestro cerebro ese archivo que tenemos guardado, puesto que cada vez que recordamos la experiencia, de la misma manera y forma, le damos más fuerza.

Hay que cambiar el procedimiento que hemos utilizado para archivar el recuerdo a fin de modificar el estado interno, el cómo nos hace sentir en la actualidad aquello que pasó. Además, nos enseña la manera de utilizar la mente para diseñar nuestros objetivos y conectarlos con nuestros valores más importantes, ensayar nuestras acciones, reconocer las habilidades o recursos necesarios y tomar conciencia de la motivación y la razón para alcanzarlos”, señala Rosa.

Para ello se utilizan técnicas sencillas de aprender y de usar que están siendo adoptadas por otros modelos “como las constelaciones familiares y el coaching que se está nutriendo enormemente de toda la tecnología desarrollada por la PNL”, apunta la terapeuta.

En los años 90 se produjo un auge importante de la práctica de la PNL en sectores de la comercialización de productos ya que hubo muchos vendedores, principalmente en Estados Unidos, que utilizaron estas estrategias para lograr mejorar sus resultados económicos. Como consecuencia, la imagen del modelo se desvirtuó durante más de una década hasta que, de nuevo, la corriente humanista que persigue el desarrollo personal y la mejora de las potencialidades del ser humano la ha rescatado para aplicarla a diferentes terapias.

La mayoría de las personas que acude a la consulta de Rosa busca superar algún trauma que ha quedado grabado en su mente y que les impide llevar la vida que desean, mejorar la comunicación con su pareja, vencer fobias, miedos, y, sobre todo, descubrir cómo hacer frente a aquello que les impide conseguir sus metas.

Esta licenciada en Historia del Arte, nacida en Sevilla y afincada en Fuerteventura desde hace más de veinte años, también ofrece cursos de formación en PNL y de comunicación eficaz dirigidos a profesionales del mundo de la empresa y de la política “para ayudarles a potenciar su liderazgo y mejorar sus habilidades en el manejo de equipos”.

Los altos directivos, manifiesta, son cada vez más conscientes de que la innovación aplicada a la gestión de una empresa pasa por potenciar relaciones transversales y no jerarquizadas, como se venía haciendo hasta ahora, para que las personas que trabajan en un proyecto común puedan desplegar su talento creando redes de colaboración que redunden en la mejora del clima empresarial y de los resultados.

A mediados de junio finalizará la primera promoción de personas que obtendrá en Canarias el certificado de Practitioner de PNL (primer nivel) avalado por la AEPNL. Son todo mujeres “quizás porque las mujeres estamos en un proceso evidente de cambio, conquistando un espacio social, cotas de dirección y poder, con todo el trabajo que supone y sufriendo una rápida transformación también respecto al crecimiento personal que nos lleva a buscar más recursos y herramientas para lograr objetivos”.

En el grupo, una participante se prepara para ser formadora en Tenerife y continuar expandiendo en las Islas este conjunto de técnicas que evidencia cómo el lenguaje que usamos afecta a nuestra manera de pensar, a nuestro estado emocional, a nuestro comportamiento y, por todo ello, a la realidad que vivimos.

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