Recurre la inhabilitación

Umpiérrez renuncia como edil de La Oliva tras la condena por el caso Las Clavellinas

Marcelino Umpiérrez (izqda.), en el juicio de Las Clavellinas. Foto: Fuselli.
Diario de Fuerteventura 0 COMENTARIOS 06/07/2017 - 15:25

El hasta ahora teniente de alcalde y concejal de Turismo de La Oliva, Marcelino Umpiérrez, ha confirmado este jueves que renuncia a las áreas delegadas que tenía después de la sentencia del caso Las Clavellinas, que le condena a cinco años de inhabilitación.

Marcelino Umpiérrez señaló que este viernes presentará un escrito en el Ayuntamiento adjuntando copia de la sentencia y pidiendo que “a la mayor brevedad se dé curso al cumplimiento de la misma” y por tanto que se produzca su cese como concejal.

Umpiérrez, portavoz de Nueva Canarias en el Ayuntamiento de La Oliva, fue condenado junto al exalcalde Domingo González Arroyo y otros concejales del entonces grupo de gobierno por la enajenación en 1999 de unos terrenos, que se terminó adjudicando La Caixa, donados por un particular para los vecinos de Corralejo.

Con la sentencia de inhabilitación para ejercer como cargo público de una corporación local o insular en Fuerteventura, según se especifica en el fallo de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Umpiérrez no podía seguir siendo legalmente edil del Ayuntamiento de La Oliva.

En un comunicado, el portavoz de Nueva Canarias señala que confía en su “inocencia” y adelanta que recurrirá la sentencia. “Espero que finalmente la Justicia me conceda la razón”, añade Umpiérrez, quien apunta que “ya se han dado muchos casos en los que se condena a una persona en primera instancia y en segunda instancia la absuelve”.

Del mismo modo, Umpiérrez también ha comunicado al presidente de Nueva Canarias en Fuerteventura, Alejandro Jorge, su decisión de renunciar a los cargos orgánicos en la organización nacionalista. “Creo que lo correcto es dejar por el momento de tener una militancia efectiva, renunciando a los cargos orgánicos hasta que se resuelva el recurso”, resalta.

Jorge destacó de Umpiérrez su “lealtad y altura de miras”, evitando que su condena “perjudique” al partido, anteponiendo el interés de la organización “al personal”.

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