La bahía de Corralejo está en riesgo. Así lo advierten grupos ecologistas de Fuerteventura, entre ellos la ONG Clean Ocean Project, que ha promovido una iniciativa para que se conserve este espacio ante la “macro obra” del nuevo muelle, que se ampliaría hacia el oeste, en dirección a la zona de Bristol. Este domingo 30 de abril, en el muelle chico de Corralejo, desde las 12.00 horas, se producirá una concentración de protesta.

Argumentan que la bahía de Corralejo ha sido reconocida durante mucho tiempo por su entorno marino único y sus perfectas condiciones para la práctica de deportes acuáticos como el surf, el windsurf, la natación, el foil, el kitesurf, el paddle surf, el buceo y la pesca. “Esto tiene mucho valor y no solo contribuye a la calidad de vida de las personas que viven en la Isla, sino que también atrae a visitantes de todo el mundo, lo que da como resultado una economía local sostenible”, explica Wim Geirnaert, portavoz de la iniciativa y fundador de Clean Ocean Project.

Según los grupos ecologistas, la construcción prevista de un gran muelle en Corralejo, con un centro comercial tendrá graves consecuencias para el ecosistema en la bahía y sus alrededores. “Se trata de una infraestructura innecesaria y desproporcionada”, advierten los detractores del proyecto.

Además, consideran que provocará impactos ambientales irreversibles en los fondos marinos, las corrientes, las olas y el hábitat natural de especies protegidas, junto al Lugar de Interés Comunitario (LIC) del espacio marino del oriente y sur de Lanzarote y Fuerteventura.

A su juicio, el agua de la bahía no se renovará con tanta frecuencia como lo hace hasta ahora y a esto se le añade un mayor tráfico marítimo, con mayor estancamiento del agua. “La bahía se contaminará y acabará con la fauna que aún habita en ella”, aseguran.

“La posición del nuevo puerto hará que las olas de Punta Elena, Waikiki y El Muelle cambien o desaparezcan y muy probablemente otras también se verán afectadas”, vaticinan los grupos ecologistas.

Corralejo ya es el puerto con más actividad de toda la red de la comunidad autónoma. En el último año, por sus instalaciones pasaron 990.574 pasajeros de líneas regulares, además de 270.070 coches, 45.423 vehículos industriales, 4.962 motos y 874 guaguas. Además, movió 89.587 pasajeros de servicios de transporte marítimo que no pertenecen a líneas regulares.

“En la actualidad hemos emprendido una iniciativa que consiste en conseguir que las olas alcancen la protección de reserva mundial para evitar que se ejecuten obras tan impactantes e irreversibles para la vida marina”, explica Wim, que detalla que se trata de “una catalogación similar a la de Reserva de la Biosfera”. “Resulta complicado pero vamos a luchar para conseguirlo”, recalca el fundador de Clean Ocean Project.

En su opinión, la población residente y los deportistas desconocen las características del proyecto de ampliación del muelle de Corralejo que está sobre la mesa. O piensan, dice, que se necesitan nuevas infraestructuras. Cualquier paso que se dé en ese sentido, añade Wim, “debe hacerse de una forma medida y acorde al paisaje”.

Para el activista, en el caso de Corralejo no se han calibrado las consecuencias de ampliar el muelle: “No entendemos que una obra de ese tamaño obtenga una declaración de impacto ambiental favorable, porque lleva hasta un centro comercial en su interior”.

Diseño de la ampliación del muelle de Corralejo.

Nuevo puerto

El nuevo puerto comercial de Corralejo que ha presentado el Gobierno de Canarias es prácticamente una copia del ejecutado en Playa Blanca, en Lanzarote, al otro lado de la Bocaina. Si en el caso de Playa Blanca, la nueva dársena se ejecutó hacia el sur, en el de Corralejo se orientaría hacia el norte, con la diferencia de que afectaría a zonas de baño y práctica deportiva, algo que no ocurrió con el muelle lanzaroteño.

El proyecto que ha presentado el consejero de Obras Públicas, Sebastián Franquis, propone una lámina de agua abrigada que alcanzaría los 33.922 metros cuadrados, con una inversión de unos 30 millones de euros. De este montante casi 9,3 millones se destinarían al dique de abrigo, mientras que otros 5,7 millones a los atraques (2,8 millones de euros costará el pantalán adosado y 2,5 millones el pantalán central). Así, se ejecutaría un nuevo dique que alcanzaría los 440 metros de longitud.

Más de 12.800 firmas rechazan la ampliación del muelle y alertan del impacto en las olas

El objetivo, según el Gobierno de Canarias, es mejorar unas instalaciones “obsoletas en la actualidad”, con el fin de optimizar el tráfico de mercancías y pasajeros, que llega a alcanzar un millón de personas al año.

Frente a esto, los grupos ecologistas majoreros insisten en la necesidad de promover un desarrollo sostenible del puerto de Corralejo. El proyecto de ampliación recoge nuevas edificaciones por valor de 3,7 millones de euros. Además, en pavimentación se ha presupuestado 1,5 millones. Y un importe similar se tendría que destinar para los elementos de atraque y amarre, y algo menos a la nueva explanada del puerto. El plazo de ejecución de las obras es de 26 meses, desde que se inicien los trabajos.

En cuanto a su tramitación, la ampliación del muelle de Corralejo sigue pendiente de la declaración de impacto ambiental, un paso imprescindible para alcanzar la luz verde y que se licitasen las obras. Los ecologistas quieren que el proyecto se paralice antes, sin llegar a ese extremo.

Unas 12.800 personas ya han rechazado con su rúbrica la ampliación del muelle de Corralejo en varias iniciativas de recogida de firmas, entre ellas la de Clean Ocean Project en change.org.