La tercera solicitud de autorización para investigar y perforar en búsqueda de tierras raras en Fuerteventura, formulada por una empresa del grupo Satocan, abarca 25,07 kilómetros cuadrados en el municipio de La Oliva.

El permiso de investigación, que la empresa denomina Muley, consta de 75 cuadrículas mineras. “En esta área hemos identificado una serie de complejos plutónicos alcalinos con carbonatitas que albergan depósitos de gran interés”, destaca Satocan en la documentación de la solicitud presentada ante el Gobierno de Canarias.

La empresa reconoce que uno de los “potenciales condicionantes” para obtener la autorización es el “solapamiento” con una concesión de explotación minera de arena, en el Barranco de Los Encantados, que se encuentra caducada y se está intentando renovar.

El yacimiento del Barranco de Los Encantados, en las proximidades de Lajares, cuenta con formaciones geológicas de entre 215 y 342 miles de años de antigüedad y es Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de zona paleontológica, desde el año 2008.

Además, cabe destacar que toda la amplia zona en la que Satocan pretende tener autorización para perforar se encuentra dentro de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de Lajares, Esquinzo y costa del Jarubio.

Más de 45 kilómetros cuadrados

Con este tercer permiso de explotación de tierras raras, en la franja oeste del municipio de La Oliva, que es el de mayores dimensiones, en total Satocan pretende que se le conceda vía libre para investigar y perforar en más de 45 kilómetros cuadrados de la isla de Fuerteventura.

En su solicitud, señala que ha dividido el programa de investigación en tres años. “El primer año se enfoca en la evaluación preliminar y la exploración geofísica”, el segundo año “se centra en la perforación exploratoria y el análisis químico” y, finalmente, “el tercer año comprende la evaluación económica, el estudio de impacto ambiental y, si es viable, la fase de desarrollo”.

Con este tercer permiso, en la franja oeste de La Oliva, que es el de mayores dimensiones, en total Satocan pretende autorización para más de 45 kilómetros cuadrados

En concreto, en el segundo año “se avanza hacia la exploración en profundidad mediante perforaciones exploratorias que proporcionan muestras del subsuelo”, indica Satocan. “Estas muestras son sometidas a análisis petrográficos, mineralógicos y químicos para comprender mejor la composición y concentración de minerales valiosos”.

Además, el segundo ejercicio “marca el inicio del estudio de viabilidad económica al estimar los costos de extracción y procesamiento”. El estudio de impacto ambiental no se realizaría hasta el tercer año, con vistas a una futura concesión de extracción minera de tierras raras. El presupuesto reconocido para estos tres años es de 770.000 euros.

“Si se determina que el proyecto es viable desde el punto de vista económico y ambiental, se inicia la fase de desarrollo, que implica la planificación de operaciones mineras, la obtención de permisos y la preparación para la extracción y procesamiento de minerales”, admite Satocan en su solicitud.