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El “no” a la masificación turística de El Cotillo se impone

Sofía Menéndez 1 COMENTARIOS 17/11/2017 - 06:25

La polémica está servida. El proyecto de un hotel en primera línea de costa en El Cotillo ha generado una ola de rechazo social, ha movilizado a los vecinos de la localidad y ha hecho intervenir al nuevo grupo de gobierno municipal, encabezado por Isaí Blanco (CC). Desde el equipo de gobierno se dice que el expediente, para modificar el planeamiento municipal y permitir la agrupación de dos parcelas eliminando una calle, se lo encontraron sobre la mesa y aseguran que su tramitación no tiene que significar que se termine aprobando.

La federación canaria de Ecologistas en Acción, Ben Magec, ha presentado ya alegaciones a la modificación del planeamiento municipal de La Oliva instado por los promotores del hotel, que pretenden unir dos parcelas, eliminar la calle Punta Aguda y conseguir una finca de más de 11.600 metros cuadrados.

En sus alegaciones, Ecologistas en Acción solicita la “recuperación” de los cien metros de la zona marítimo terrestre en el área afectada y muestra su rechazo a la construcción del hotel. Los ecologistas denuncian que se busca más el beneficio particular de los promotores que el interés público de los habitantes de El Cotillo, y recalcan que el hotel contribuiría a una “masificación” y “destrucción” de los valores más importantes de esta villa costera.

El planeamiento vigente en La Oliva son las ‘Normas Subsidiarias’, que fueron aprobadas con posterioridad a la Ley de Costas, que entró en vigor el 29 de julio de 1988. En aquel momento, el área donde ahora se plantea levantar un hotel no estaba consolidada como urbana, tal como consta en el expediente de la Dirección de Costas del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, referente a las denuncias contra la construcción en la parcela colindante, del llamado edificio Marfolín.

En aquellas fechas, el Ayuntamiento de La Oliva y el Gobierno de Canarias no quisieron ejercer la posibilidad de mantener el deslinde correcto, de 100 metros. Sin embargo, los expertos alertan de la preocupante situación de cambio climático y la pérdida de arena en las playas del pueblo, así como del impacto en el litoral, en un espacio muy cercano a zonas de interés comunitario, donde habitan especies protegidas.

En las alegaciones formuladas por Ben Magec se reclama a las autoridades que apliquen “lo que es justo” para la protección del litoral. Según la Ley de Costas, “la extensión de esta zona podrá ser ampliada por la Administración del Estado, de acuerdo con la comunidad autónoma y el Ayuntamiento correspondiente, hasta un máximo de otros 100 metros cuando sea necesario para asegurar la efectividad de la servidumbre pública, en atención a las peculiaridades del tramo de costa de que se trate”.

Para Noelia Sánchez, secretaria de Ben Magec, la conveniencia o no de la modificación de las Normas Subsidiarias de La Oliva, debe decidirse atendiendo a criterios de “capacidad de carga” del territorio. Esto es, añade, a un estudio “serio y riguroso” sobre la carga real de construcciones y personas que puede soportar el municipio y las localidades afectadas en relación a sus equipamientos y recursos, teniendo en cuenta el gasto energético, el agua, la generación de residuos y el impacto que estos cambios pue- den generar en los espacios de alto valor ambiental especialmente sensibles que se encuentran en la zona.

El nuevo complejo turístico, propuesto por las empresas Jandía Esmeralda y Arcor Plan, pretende ocupar el frente costero y una calle pública, y supondría incrementar más de un 50 por ciento la población de El Cotillo, que actualmente es de unos 1.200 habitantes. Una situación que, para los ecologistas, se presenta como insostenible, precisamente, cuando el año 2017 ha sido declarado por Naciones Unidas el Año del Turismo Sostenible para evitar la aniquilación de los pueblos, entre otros objetivos.

El nuevo hotel planteado para la localidad despierta una ola de rechazo social, Ecologistas en Acción presenta alegaciones y el alcalde apuesta por “no repetir errores del pasado”

“Hoy en día, es precisamente el enorme valor de los espacios naturales lo que sirve de reclamo para los promotores de nuevas edificaciones que paradójicamente ponen en peligro esos valores naturales, quedando expuestos estos espacios a un gran deterioro y sin prever ningún tipo de medidas compensatorias realmente efectivas”, añade la coordinadora de los grupos ambientales de Canarias.

Las alegaciones presentadas por los ecologistas a la Viceconsejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias advierten de la “falta de imaginación” por parte de los empresarios promotores, pues “en ningún caso liberan el suelo en el frente litoral, sino que deterioran innecesariamente el paisaje”, según indica el documento de los ecologistas.

“El conjunto urbano no se beneficia del cambio de ordenación propuesto, ya que se pierde un espacio público”, en referencia a la calle, y la pretendida parcela próxima destinada a usos de equipamiento deportivo y de ocio sería para instalaciones también privadas, “así como en el espacio destinado a equipamiento recreativo de restauración se contempla un uso terciario lucrativo privado”.

Para los ecologistas, tampoco se tiene en cuenta una movilidad sostenible en la zona, y resaltan “la ausencia de cálculos de las necesidades de aparcamiento y movilidad en diferentes escenarios”, como jornadas laborables, festivas o periodos vacacionales. Tampoco hay previsión de itinerarios peatonales, donde se favorezcan los tránsitos del peatón frente al tráfico rodado, reservando espacios al efecto en las calles, “entre otras cuestiones de número de alturas y volumen de construcción totalmente irracionales para el bien público”.


Imagen de 1998, con arena donde se quiere levantar el hotel en la primera línea de costa.


Imagen área de la zona en 2016.

Movilización social

El fuerte rechazo social que ha despertado el proyecto hotelero provocó una multitudinaria reunión entre el grupo de gobierno de La Oliva y los vecinos de El Cotillo en el salón de actos del centro cultural de la localidad. La mayoría de las intervenciones se postuló contra la masificación turística de esta villa de pescadores del norte majorero. Los mayores de la reunión de vecinos recordaban cómo esa zona estaba llena de dunas en los años noventa y cómo las construcciones están creando una barrera que frena el paso de la arena, como ha sucedido en otros lugares de la Isla.

El alcalde de La Oliva aseguró en la reunión que, como máximo responsable municipal “y como vecino de La Oliva”, tiene “el compromiso de promover un crecimiento sostenible y de proteger el territorio, porque nos preocupa mucho”, subrayó, “repetir los errores del pasado y que ocurra una masificación turística difícil de controlar”. Sobre El Cotillo dice que harán “todo lo posible por conservar su identidad de pueblo pesquero”.

Desde la oposición, el portavoz de Votemos, Álvaro de Astica, resalta que apoyará al grupo de gobierno para conseguir que no siga masificándose El Cotillo, “siempre que las palabras del alcalde y sus concejales se transformen en hechos, aunque por el momento solo me cabe la duda”, añade el edil.

Comentarios

Lucha y más lucha, sólo así se consigue las victorias, no más especuladores, que sólo destrozan lo poco bueno que queda en esta isla, que no se cometa el error de ver una isla desastrosa, como figura Gran Canaria y Tenerife, ya no hay más cupo para tanto turismo, hay que poner límites o será hambre del mañana.

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