SOCIEDAD

Adisfuer: un proyecto de integración de cuatro millones de huevos

Lourdes Bermejo 1 COMENTARIOS 14/08/2017 - 08:18

Adisfuer, la asociación que trabaja para la integración “en todos los aspectos de la vida” de las personas con discapacidad, cumple 25 años de éxito en sus objetivos. La granja de gallinas, el proyecto estrella que produce el 3,3 por ciento de todos los huevos que se comen en la Isla, será también ampliada en unas nuevas instalaciones cerca de las Salinas del Carmen de Antigua. Al frente, la ingeniera agrónoma Carmen López. Ella encarna a la perfección el carácter poco paternalista de esta asociación que mantiene a 28 discapacitados psíquicos y mentales con contrato indefinido.

La filosofía de Adisfuer es, a la vez, su mejor herramienta para conseguir la integración laboral de personas con discapacidad psíquica o trastorno mental: la autonomía económica. “Siempre hemos tenido claro que no podemos depender de las subvenciones públicas, aunque por supuesto, tenemos en cuenta los 65.000 euros al año que aporta el Cabildo”, explica Carmen López, administradora única de la granja de gallinas que explota Adisfuer desde 1996. Esta ingeniera agrónoma, llegó a la isla para redactar el proyecto de la granja y es la artífice del pequeño ‘milagro económico’ que se ha generado en torno a ella, declarada de utilidad pública en 2007 y de interés público de ámbito insular en 2008.

El proyecto dará ahora un salto cualitativo con la construcción de nuevas instalaciones en un terreno cedido por el que fuera alcalde de Antigua, Juan Évora, en ese municipio, cercano a las Salinas del Carmen y que supondrá la ampliación del negocio pasando de la actual producción de 16.000 huevos diarios a 23.500. En estos momentos, la granja produce cuatro millones de huevos al año, el 3,3% de los que se consumen en la isla.

“El producto tiene mucho éxito, por eso tenemos que ampliar las instalaciones. La producción está vendida de antemano porque puede decirse que son los únicos huevos frescos a gran escala y están muy solicitados. Vendemos a complejos turísticos, alguna tienda de víveres y, de forma testimonial en el mercado de la Biosfera”, apunta Carmen, que ultima estos días la tramitación de la calificación territorial y se muestra “optimista” con echar a rodar el proyecto en este mismo año. El proyecto de la nueva granja se presentó en 2011 y, tras muchas vicisitudes, quizá pueda ver la luz en unos meses.

El ejemplo de la directiva de Adisfuer es, sin proponérselo, la demostración de lo que se puede conseguir con el empoderamiento femenino. Maruchi Rodríguez preside esta entidad formada por mujeres y explica el éxito de la gestión en que “somos muy echadas para adelante y basta que se nos presenten pegas, sobre todo burocráticas, para que nos empeñemos en sacar el proyecto”, explica.

Las actuales instalaciones, en el Valle de Jaifa (Antigua) se dedicarán, una vez se construya el nuevo edificio, a la cría de pollos de un día. “Ahora los importamos con doce semanas, pero hay que pagar por la cría y, de esta forma, ahorraremos costes, que son muchos en la granja”, explica Carmen. En efecto el proyecto funciona, en términos de gastos e ingresos, igual que otra empresa, pero con la diferencia de que la prioridad es mantener los empleos, aunque descienda la actividad. “En épocas de menos trabajo podemos ahorrar en pienso, pero no se echa a nadie a la calle”, dice. En la granja trabajan unas once personas con discapacidad, además del personal administrativo.

La granja de gallinas de la asociación tendrá nuevas instalaciones y ampliará un 53% su producción

El trato a los animales es una cuestión que siempre sobrevuela la actividad. “Las gallinas deben estar en jaulas para que los chicos puedan trabajar más fácilmente, pero por supuesto, se las trata con todas las garantías y no usamos métodos de producción salvajes ni mucho menos”, aduce Carmen, que subraya que “hablamos de una industria y hay que sacar rendimiento porque hay unos costes descomunales”.

Aunque la granja es la principal fuente de financiación de Adisfuer, la declaración de interés público posibilita la apertura de actividades a la sociedad en general. De esta manera, durante todo el año la asociación programa cursos, talleres y actividades de ocio como musicoterapia yoga o cocina.

Recientemente, la asociación ha sido reconocida con el Premio del Cabildo de Fuerteventura a la labor social, lo que ha sido “un empuje de alegría y optimismo”, dice Maruchi, que asegura interpretar el galardón “como el apoyo no ya de las instituciones, sino del propio pueblo de Fuerteventura, para el que trabajamos”. Esta entidad sin ánimo de lucro es una de las asociaciones más longevas de la isla, se autofinancia y demuestra con hechos, cada día, que es posible llevar a cabo una labor humanitaria de integración con recursos propios.

Comentarios

¿Porque no lo hacen con gallinas de corral? Una iniciativa muy buena es integrar a los discapacitados en el mundo laboral... pero se puede hacer en una empresa que se preocupe de hacer las cosas de una manera mas sostenible y no industrialmente.

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