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Lucha canaria, la evolución de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo de los aborígenes

El 2 de diciembre de 1983 se creó la Federación Regional de Lucha Canaria

Diario de Fuerteventura 0 COMENTARIOS 07/05/2024 - 11:48

La lucha canaria es una evolución de los enfrentamientos cuerpo a cuerpo sin implementos que ya se practicaban en Canarias desde la época aborigen. La institucionalización de esta práctica se inicia con su inclusión en la Federación Española de Luchas en 1943, y se culmina el 2 de diciembre de 1983 con la creación de la Federación Regional de Lucha Canaria.

La lucha canaria se practica, en la actualidad, en todas las Islas Canarias, menos en La Gomera. Durante todo el año existen competiciones de clubes en forma de ligas, torneos y campeonatos organizados por la Federación correspondiente. Además, los luchadores pueden participar de forma individual en campeonatos por pesos y categorías.

El material que se utiliza es una camisa y un pantalón de tejido resistente y hechos conforme a unas normas reglamentariamente establecidas por Federación de Lucha Canaria, así como ropa interior, debajo del pantalón. El espacio de lucha es una superficie circular de arena o tapiz, denominada terrero, con dos círculos concéntricos con unas medidas reglamentarias mínimas de 15 y 17 metros de diámetro respectivamente y separado de las gradas, como mínimo dos metros.

El punto central del terrero también se señala para indicar el lugar en el que deben iniciarse las agarradas. En lucha canaria se entiende por técnica, lucha o maña, los distintos movimientos o combinaciones que van a permitir, a partir del agarre reglamentario, desequilibrar y derribar al adversario y evitar que nos derriben. Las técnicas o mañas reciben distintas denominaciones según las islas e, incluso, la zona dentro de una misma isla.

Algunas de las técnicas más conocidas reciben la denominación en función de la parte del cuerpo con que se ejecutan prioritariamente, aunque no únicamente. El tipo de agarre permite que se puedan realizar técnicas de brazos (toque para atrás, cogida de tobillo, cogida de muslo, toque por dentro, sacón de aire, etc.), técnicas de piernas (cango, traspiés, burra o garabato, pardelera, ganchillo, etc.), técnicas de cadera/tronco (cadera, media cadera, culona, etc.) o técnicas combinadas.

La lucha, en la etapa prehispánica, tuvo más de una forma de enfrentamiento. En cualquier caso, se trataba de una lucha por parejas, basada en presa o en agarre, y con acciones de desequilibrio y derribo; particularmente, un tipo de lucha se realizaba de manera integrada y consecutiva con otros artefactos (Torriani, Abreu).

Se desconoce cómo era el sistema de ganancia o puntuación, que pudo ser un enfrentamiento, o según un sistema incipiente de equipo al aplicar el mecanismo del desafío. La lucha era una práctica lúdica bien documentada en los cronistas, historiadores y viajeros de Canarias. Su mención es segura en las fiestas, lo cual indica el contexto de entretenimiento compartido por la comunidad que la celebra y su evidente valor lúdico.

Se conoce su práctica en las fiestas (Abreu y Galindo), desafíos (Torriani) y reuniones relacionadas con las lunaciones y cosecha (Espinosa). El análisis histórico y antropológico del juego apunta a que la lucha ha sido y es una actividad lúdica en la mayoría de las culturas, por lo que podía haberse practicado lucha en todo el Archipiélago, si bien la escasez de referencias de la cultura aborigen para todas las Islas no nos permite afirmarlo rotundamente.

Brega

La brega consiste en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo, partiendo desde la posición de pie, manteniendo en contacto los dos hombros derechos de los luchadores, con la mano izquierda agarrada a la bocapierna del pantalón derecho del oponente y con pierna derecha más adelantada que la izquierda; las dos manos derechas juntas en posición vertical se llevan al suelo hasta tocarlo con la punta de los dedos.

Partiendo de esta posición reglamentaria, el objetivo motor del enfrentamiento consiste en derribar al adversario haciéndole tocar el suelo con cualquier parte del cuerpo que no sea la planta de los pies, al tiempo que se evita ser derribado. Las confrontaciones entre los luchadores con dos equipos de doce luchadores, por lo general, se hacen al sistema “tres, las dos mejores”, es decir, se hacen hasta tres enfrentamientos de 1'30'' de duración, resultando ganador quien venza en dos de los tres enfrentamientos o tenga ventaja al concluir éstos.

En el caso de resultar empatados al final de las tres agarradas, y siempre que haya ganado una lucha cada luchador, se realiza una cuarta de un minuto de duración; y, de persistir el empate, teniendo en cuenta también las amonestaciones (faltas reglamentarias), ambos luchadores resultan eliminados. Otro sistema para vencer al adversario es por la acumulación de amonestaciones, tres en una misma agarrada o cuatro en el enfrentamiento con un mismo luchador.

El sistema de “lucha corrida” se caracteriza por la intervención de 18 luchadores por cada equipo, que se enfrentan en una única agarrada de 3 minutos. El luchador que resulta derribado no puede volver a intervenir.

El sistema de “todos contra todos” permite la participación de dos equipos de seis u ocho luchadores que se enfrenta a todos y cada uno de los adversarios, en una agarrada de 1'30''. Cada agarrada ganada supone un punto y gana el equipo que más puntos acumule. Este sistema es empleado en las categorías de formación y en competiciones femeninas.

La red de marca se da como consecuencia de derribar al adversario, en cada una de las agarradas, variando el número de agarradas en función del sistema de competición de que se trate. El sistema de tanteo es de puntuación límite, ganando el quipo que logre derribar a todos los luchadores del equipo contrario, o que en el sistema de todos contra todos alcance más puntos que el adversario.

Además, existen sistemas de enfrentamientos de carácter individual, entre los que se encuentran: Por peso donde los luchadores compiten por el sistema “de tres, las dos mejores”, enfrentándose a oponentes de la misma categoría de peso; Por categorías donde los luchadores se enfrentan por el sistema “de tres, las dos mejores”, enfrentándose a oponentes de la misma categoría, conforme han sido clasificados por la Federación.

Así tenemos, en los seniors,  puntales A, puntales B, puntales C y no clasificados; juveniles y cadetes.

Además, cabe reseñar que si un luchador no queda satisfecho con el resultado de su enfrentamiento con un adversario, puede solicitar la revancha de dos maneras: si se celebra ese mismo día, se denomina “de rasquera”, y, si se celebra en días posteriores e incluso se avisa a los aficionados de su celebración, “concertado”. Los desafíos pueden ser a cinco o a siete agarradas, es decir, “de cinco, las tres mejores” o “de siete, las cuatro mejores”.

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